Sobre la literatura que sobrevive en los «arcenes» de la radio y la televisión

Escritores y periodistas debatieron el pasado 27 de octubre, en la Biblioteca Nacional, sobre la escasa presencia de la literatura en los medios. Entre reflexiones sobre la poesía, la responsabilidad pública y la inteligencia artificial, coincidieron en algo esencial: la palabra sigue viva, aunque relegada a los márgenes.
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Nueva edición del ciclo Escribir y sus circunstancias, esta vez con el siguiente reclamo: Los medios audiovisuales (radio y televisión) y la literatura: ¿Complemento o rincón marginal de esos medios? Javier Ortega, director cultural de la BNE, que organiza el evento en colaboración con ACE y CEDRO, lanzó las siguientes preguntas, antes de dar inicio al coloquio en sí: ¿Qué presencia de la cultura escrita y literaria hay en la radio y televisión (tanto públicas como privadas)?

Así, señaló que este tipo de espacios no son habituales en las cadenas generalistas, pero sí en otras plataformas, como La2 de RTVE, el canal arte (coproducción franco-alemana), Radio3, o Radio5, el canal de noticias donde se emite ahora La estación azul (cuya directora, Carolina Alba, participó en la mesa redonda), tras su salida de RNE1, y otros espacios como el Marcapáginas, de Felipe Luis Arranz, de RadioIntereconomía. Citó también Ortega a Página2, en La2, como un referente en la difusión literaria en un canal importante como es La2. También pudiera haber citado a Culturas2, pues su destino, que pasó del prime time a la mañana, es bien parecido al de otros referentes, como El ojo crítico, también relegado a Radio5. Eso sí, la música clásica a vuelto a las tres de la tarde, con los Clásicos populares sonando en la franja antes ocupada por El ojo crítico.

El periodista Salvador Gómez Valdés, doctor en Periodismo y conocido por su paso por el emblemático La aventura del saber, moderó el debate entre Carolina Alba (La estación azul, Un país para leerlo), Antonio Gárate (La hora cultural, TVE) y la escritora y poeta Luisa Etxenike, que además de su faceta creativa es directora de una web de difusión cultural como Canal Europa.

De izq. a dcha: Salvador Gómez Valdés, Luisa Etxenike, Carolina Alba y Antonio Gárate

La poesía, el género peor parado

Si ya es difícil encontrar un hueco para la literatura, y más si esta es de calidad, más allá del dictado del mercado y los best-sellers, la poesía lo tiene especialmente crudo. Así, Carolina Alba, que acaba de ‘padecer’ un cambio en la programación que refleja bien sus quejas, considera que la poesía es «un género maltratado y tratado mal». En su opinión, «vivimos en un ecosistema sometido a la tiranía de los temas del momento. La poesía no siempre encaja en esas modas, y si se fuerza a hacerlo, se vacía de sentido. Mi objetivo es difundir la poesía desde lo público». Porque, comentó, la fuerza y la debilidad de la poesía reside en que está por encima de los temas, de la actualidad, es más, los asuntos que toca suelen ser parecidos, el amor, la muerte, la vida, el deseo, y eso no siempre «vende» en términos periodísticos.

Etxenike: «Ya que estamos relegados, ofrezcamos algo revolucionario: la lentitud».

Sin embargo, en cada uno de los libros de poesía que eligen hay una mirada especial, una técnica, un modo de abrir nuevos caminos expresivos, que atesoran un valor que en La estación azul, fundada en su día por el poeta Javier Lostalé, presente en el acto de la Biblioteca Nacional, se cuida especialmente. «Hablamos de libros y de por qué los libros son así», sentenció Alba, que se considera una lectura avezada de poesía y que, claro está, defiende que libros de los que hablan se lean antes, algo que no siempre ocurre en los programas culturales.

El «arcén» de la programación 

Luisa Etxenike, poeta, escritora y divulgadora cultural, también habló como ciudadana, como oyente o espectadora de unos medios que, como se ha visto, quedan relegados a unos márgenes a los que ella se refiere como el «arcén», en una imagen más gráfica si cabe porque ya se sabe que en el arcén se circula lento y mal. «La audiencia puede ser escasa, pero siempre llega, y llega a lugares a los que de otro modo no lo haría. Los medios públicos tienen una responsabilidad de servicio público que no se puede relegar al arcén de la programación», dijo.

El presentador, ya jubilado de RTVE, Salvador Gómez Valdés, recordó con cierta nostalgia a comunicadores como Fernando Delgado (premio Planeta en 1995 con La mirada del otro), que incluía al final  o Sánchez-Dragó, que integraban la cultura en los informativos, y lamentó la falta de continuidad entre los programas culturales actuales. Ni rastro hoy de programas de tanta hondura como el Negro sobre blanco que conducía el citado Dragó, por donde pasaban personajes como un entonces poco conocido en España José Saramago, antes del premio Nobel, y escritores hoy de culto como Andrés Ibáñez encontraban espacio para promocionar sus obras.

Alba: «La poesía debe escapar de la tiranía de los temas».

Ese espíritu de dar voz a los «invisibles» es el que Antonio Gárate, en su La hora cultural, ha querido imprimir. «Muchos medios se orientan hacia lo mainstream en materia cultural —como el jaleo de Rosalía en Callao para presentar la portada de su disco—, pero nuestra labor, y lo veo tanto en mi programa como en el de Carolina [Alba], es ocuparnos de quienes no son visibles, dar voz a quienes nunca tendrían un micrófono en un espacio de gran audiencia y que en España conforman una gran manada», comentó este periodista nacido en Pamplona. También consideró que como «prescriptores», término que no le convence demasiado, también está la responsabilidad de «entretener», un verbo, dijo, en el que él no ve nada peyorativo.

Y en eso se mostró de acuerdo Carolina Alba, que defiende que se pierda el miedo a la poesía, de un modo que pase como con la música: que cualquiera puede decir si le ha gustado no le ha gustado un poemario del mismo modo que todo el mundo opina sobre tal o cual disco, sin miedo a que ningún musicólogo le afee la conducta. Porque una cosa es la teoría y otra el legítimo derecho a vivir la experiencia poética.

«Apostar por lo nuestro»

Cambiando de tercio, y virando el timón hacia el destino de programas culturales como el que él dirige (La hora cultural, en el Canal24 horas de RTVE), Antonio Gárate, lamentó que no se aprecie más lo local, lo propio. «Como lector, durante años me dejé arrastrar por la moda que llegaba del mundo anglosajón —el realismo sucio de Bukowski o Raymond Carver, Marguerite Duras, Marguerite Yourcenar—, que están muy bien, pero nos hizo olvidar lo nuestro», confesó. Y reconoció con orgullo que ahora esté volviendo a autores de siempre, como Ramón J. Sender, o descubriendo a poetas como Ángel Guinda, dado a conocer por Manuel Rico, presidente de ACE y admirador de su obra. En la narrativa, pero también en géneros como el teatro, y dar más prioridad a directores como José Carlos Plaza en detrimento de nombres foráneos ya de por sí mimados como Harold Pinter.

«En nuestro caso estamos un poco condicionados, porque, si la conversación no es en español, resulta menos orgánica; con un traductor de por medio se desvanece la espontaneidad. Pero el ámbito hispanohablante es amplísimo: tenemos toda Latinoamérica, donde se escriben cosas fantásticas. No lo veo como una pérdida, porque también hablamos de libros extranjeros en secciones específicas, aunque la entrevista de tú a tú suele ser con autores de habla hispana», añadió la directora de La estación azul, Carolina Alba.

Por su parte, Luisa Etxenike, advirtió que «ya que estamos en los arcenes, un poco marginados, aprovechemos esa posición para insistir en la palabra, porque la literatura es palabra. Y, desde ahí, ofrecer algo verdaderamente revolucionario: la lentitud».

Antonio Gárate, dcha, defendió una difusión cultural que apueste por los «invisibles» y los creadores locales

Retos y amenazas de la IA

Carolina Alba, preguntada sobre cómo puede afectar la inteligencia artificial a los autores y, por tanto, a la difusión de su trabajo, señaló algo interesante respecto a los escritores de best-sellers: ya trabajan con una plantilla y se asemejan más a una IA que a una inteligencia humana libre, capaz de explorar el lenguaje, experimentar con la forma y abrir nuevas posibilidades. «En cambio, los que realmente llamarán la atención serán los autores más vanguardistas o aquellos con un universo propio y personal», pronosticó.

Salvador Gómez Valdés aludió al algoritmo como parte de esa inteligencia artificial ligada a lo comercial, a nuestros hábitos de compra, al rastro que dejamos en internet, algo que le preocupa especialmente a Antonio Gárate. «¿Cosas positivas?. Es cierto que la IA puede crearte subtítulos en cinco idiomas casi automáticamente, pero claro, eso también quita puestos de trabajo», reconoció el periodista.

Gárate: «Nuestra labor es ocuparnos de quienes no son visibles».

El acto culminó con un turno de preguntas que, como siempre, aportaron la guinda a estos lunes de coloquio cultural en la Biblioteca Nacional. Así, uno de los asistentes reconoció con nostalgia espacios como el de Joaquín Soler Serrano y su A fondo. «Eran entrevistas que, cuando las sacaron en DVD, te las podías ver decenas de veces. Como la que le hizo a Borges; tenía esa habilidad para sonsacarles cosas interesantes y siempre se hacían amenas e interesantes», comentó. Al hilo de esto, Luisa Etxenike, que se considera «rulfiana» reconoció su admiración por el formato, aunque hubo charlas que no brillaron tan alto, como, precisamente, la que hizo a Juan Rulfo, autor más de escritorio que de focos, y que se mostró cohibido ante las preguntas de Soler Serrano.

El mismo oyente comentó que no todo es desolación en el panorama de las letras en los medios de comunicación, tanto públicos como privados. De hecho, en este último ámbito es donde están surgiendo interesantes iniciativas que fomentan la cultura como, recordó el asistente, el programa de Un libro, una hora, de Antonio Martínez Asensio, en la Cadena Ser, y otras iniciativas que fomentan también la escritura, como los Relatos en cadena, que incentivan el microrrelato, o el Cuento de Navidad, una especie de remembranza de los seriales de la época.

 

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Los medios audiovisuales (radio y televisión) y la literatura: ¿Complemento o rincón marginal de esos medios? No te pierdas la emisión íntegra aquí.
Una iniciativa de BNE, ACE y CEDRO.