La emigración como fenómeno doloroso e ilusionante en la obra de Teresa Galeote

Las novelas de Teresa Galeote tienen la intención de no dejar nunca indiferentes. Si en Cosas que no se olvidan salían a relucir temas como el golpe de tejero o la OTAN, en Lucrecia, las orillas del tiempo, aborda uno de los temas más importantes de la circunstancia española actual como es el de la emigración.
© FRANCISCO PEÑA

Las novelas de Teresa Galeote tienen la intención de no dejar nunca indiferentes. Si en Cosas que no se olvidan salían a relucir temas como el golpe de tejero o la OTAN, en Lucrecia, las orillas del tiempo aborda uno de los temas más importantes de la circunstancia española actual como es el de la emigración.

Lucrecía. Las orillas del tiempo.Teresa Galeote

Edita M.A.R.

La emigración está vista como una especie de camino iniciático en el que el emigrante se ve obligado a superar un sinfín de obstáculos y adversidades, pero, que al contrario que el camino iniciático de la mayor parte de los caballeros andantes, no acaba bien en muchas ocasiones. Ahí tenemos los miles de ejemplos de los emigrantes que se quedan en el mar nada más iniciar su andadura.

Lucrecia es una emigrante más, una mujer colombiana que llega a España añorando, como todos los que vienen, sus raíces y sus familias. La vida no será fácil, y lo que desde la lejanía se ve como la tierra prometida o el paraíso, se va convirtiendo a lo largo de la novela en la más dura de las realidades.

La emigración es un problema de la humanidad que supera las coordenadas de espacio y tiempo. Siempre ha habido emigración y siempre ha supuesto un fenómeno doloroso e ilusionante a la vez. Galeote recuerda los momentos de la emigración española para concienciar sobre la actual. En este marco de la emigración, surge la intimidad personal como una forma de agarrarse a la vida: el amor, sincero y profundo se opone al sexo y la violencia conformando un espacio desgarrador con un final sorprendente.

La novela de Teresa Galeote juega con tres tiempos entrelazados que le dan una gran riqueza estructural. Por un lado, el presente, la vida difícil e ilusionada de Lucrecia y Jorge en la actualidad con las vivencias y las dificultades de lo cotidiano. Ahí surge, por ejemplo, como una amenaza constante el tema de los papeles, los citados papeles que pueden hacer pasar de la angustia a la ilusión. En el presente se desarrolla el núcleo central de la acción.

La novela aborda la emigración como una constante en el tiempo.

Por otro lado, el pasado inmediato, el mundo que vivía Lucrecia y su familia en Colombia, el mundo que ha tenido que abandonar y que se añora a lo largo de toda la novela. Ahí surge el padre, Bernabé y otros personajes. Pero sobre todo, a partir de este mundo, nos aparece el inmediatamente anterior, que se convierte en un mundo mágico y maravilloso. Es uno de los mejores aciertos de la novela. El mundo de la magia, de la mitología se ve en personajes como la vieja india Marilula, un mundo que recuerda de forma inmediata el Macondo de García Márquez.

Como la Marilula, los personajes, el ambiente y la forma de vida se tiñen del realismo mágico del escritor colombiano. Así, el aire del realismo mágico impregna muchas de las páginas de la novela y va convirtiéndola en un espacio en el que la figura de la protagonista y de todos los que la rodean se ven sumergidos en la naturaleza. Por eso, podemos decir que Lucrecia representa ese mundo natural, espontáneo y virgen que se ve hollado y aprisionado por la realidad de la civilización. Las palabras que abren el capítulo dedicado a Bernabé con un claro ejemplo de ello.

Teresa Galeote

Galeote es autora de una sólida obra literaria

El tercero de los planos temporales es el pasado remoto, el de la conquista de América por parte de los españoles y la revuelta de Simón Bolívar contra los conquistadores. Algunos de los capítulos son historias intercaladas donde la autora denuncia la violencia de la conquista. En el capítulo dedicado al nuevo mundo, la autora se recrea en cómo se generó la esclavitud y cómo los conquistados perdieron su libertad. De África a América, de América a Europa, todo es un continuo trasiego de vidas llenas de dolor y nostalgia.

La novela se presenta, fundamentalmente, desde un narrador en primera persona, que luego nos enteramos que es Jorge. Pero el punto de vista varía, se enriquece en algunas ocasiones con la inclusión de capítulos en tercera persona, como el titulado «Desconcierto», casi al final de la novela y que le permite a la autora entrar en la mente del personaje para abordar cómo siente interiormente el conflicto brutal que está viviendo.

Incluso la autora ha sabido crear la intriga con acierto. La primera línea nos deja ya una preocupación en el aire: Lucrecia desapareció de mi vida bruscamente. Y ahí se queda. Después, más adelante, va apareciendo un espacio inquietante, el salón, que se repite varias veces que sólo al final de la novela entenderemos completamente su significado.

El aliento del realismo mágico impregna mucha de las páginas de la obra. 

La novela está escrita en un lenguaje sencillo, directo sin grandes complicaciones formales, pero hay algunas descripciones que son un verdadero acierto, sobre todo cuando se adentra en ese mundo mágico del que hemos hablado. En ese espacio, hay algunos americanismos, intentando acercarse al lenguaje propio de los personajes. Por eso, podemos leer, por ejemplo, macanudo. Y se intercalan algunas leyendas que contribuyen a incrementar el tono de irrealidad de la novela o que denuncian la situación de injusticia provocada por la conquista.

Pero no faltan tampoco, en medio de ese pasado, guiños a la actualidad más cercana y envolvente como la referencia que hace a Benedetti, autor que le sirve, además, para la dedicatoria de la novela.

En fin, Lucrecia, Las orillas del tiempo es una novela de cómo la emigración ha sido una constante en el tiempo y de cómo lo emigrantes han ido perdiendo siempre sus raíces, cuando no su vida, en ese viaje iniciático hacia un nuevo mundo.

Y sólo queda la pregunta final: ¿Dónde ir entonces?

 

Lucrecia. Las orillas del tiempo, Teresa Galeote, M.A.R. Editor, febrero de 2025, 204 páginas.


EL AUTOR

FRANCISCO PEÑA  MARTÍN es profesor honorífico investigador de la Universidad de Alcalá y miembro del Instituto Universitario de Investigación “Miguel de Cervantes” de la UAH. Antiguo catedrático de Lengua y Literatura Españolas en el IES Complutense.

Doctorado con la tesis titulada El teatro de Francisco Nieva, publicada por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alcalá en colaboración con la Junta de Castilla la Mancha y la ESAD de Madrid. Del mismo autor ha editado, además, varias obras como El baile de los ardientes y La señora tártara en la colección Austral de Espasa Calpe, el Centón de teatro, publicado por la Universidad de Alcalá, Los mismos y Viva el estupor, también en la colección Austral de Espasa Calpe (2005), y ha preparado la edición de la Obra Completa de Francisco Nieva, publicada por Espasa Calpe en dos tomos en la colección de Clásicos Castellanos (2007). En el 2016, la editorial Antígona publicó el estudio Francisco Nieva. Un teatro en libertad, una introducción a su vida, su teoría teatral y su obra. Es responsable de la web francisconieva.com.

Es socio de ACE.