Rafael Maldonado (Coín, Málaga, 1981) recurre a su álter ego, Guillermo Garcés de Aldana, para narrar una historia de amor y guerra en una época teñida de oscuridad. Una novela ambiciosa que lo confirma como una de las firmas más sólidas de Andalucía.
© AURORA GÁMEZ ENRÍQUEZ
Luz de agosto, El tiempo recobrado, Cartas a Milena y Las bostonianas, de William Faulkner, Marcel Proust, Franz Kafka y Henry James respectivamente, dan inicio y preámbulo a una novela que su autor con acierto expresivo ha titulado Barbara Gunz. Desde la cubierta del libro, la imagen de una bella mujer nos interpela con su actitud desafiante y sensual. Un acierto editorial y fiel reclamo a adentrarse en la historia que nos quiere contar Rafael Maldonado.

Edita el sella almeriense Confluencias
Apenas unos días de la presentación del libro en la Casa de la Cultura de Coín, su pueblo y el mío, termino de leer la última página, número 544, y me encuentro deseando volver a empezar desde el principio para aprehender en mi memoria los datos que va desgranando con pericia el narrador, a la vez que quisiera recrearme en el exquisito lenguaje literario que da forma, estilo y cuerpo a los personajes y al paisaje con que los envuelve tan magistralmente.
Empieza y termina esta novela con el discurso del narrador, alter ego del autor del libro.
Se confiesa Rafael Maldonado admirador de Onetti, su referente literario —dice—, es por eso que no puedo evitar comparar su prosa novelesca existencialista, coincidente en profundizar en las biografías del ser humano moderno. Ambos le dan importancia al entorno social en que se desarrollan sus vidas, las normas morales impuestas y planteamientos existenciales de cada personaje creado, ¡reales como la vida misma!
Se desarrolla la acción en tiempos distintos, guerra y posguerra, tremendas épocas en las que los valores sociales contrastan profundamente por la inevitable evolución en el tiempo. El comienzo de la guerra civil española en 1936 hasta el año en que el narrador, decide el fin del relato, el año 2004. Los personajes caminan entre los pueblos del sur de España, su memoria histórica, llevando consigo prejuicios, valores e intrahistorias capaces de conmover a cualquiera por empatía. Nos lleva con su relato delicioso y satírico a la vez a tiempos pretéritos pero cercanos, donde la guerra martirizaba por igual a los pueblos del sur y a la resistente capital madrileña.
Eran batallas, sentires y luchas íntimas y político-sociales descritas desde la finísima sensibilidad con la que ha dotado el autor de Barbara Gunz a sus personajes. De lo personal, el amor y la intimidad a las circunstancias sociales, todo ello descrito con pasión de padre literario. Vive y hace vivir la violencia del momento, las contradicciones y la belleza del corazón humano.
La pasión es el hilo conductor, protagonista de principio a fin.
Destaco de esta narración la veracidad en las descripciones de los personajes del sur de principios de los años treinta. Se describe con una fidelidad abrumadora, hombres de todas las clases sociales, sin juzgarlos. Lleva al extremo actitudes de poder y sumisión en las relaciones de género, cuando dice: «Supuso que su mujer estaría, como casi siempre tras los latigazos propios de castigo marinero, dormitando entre sollozos de dolor y humillación en la cama que tenía el matrimonio en el piso de abajo, para invitados que hace años que no eran tales» (p. 142).
Después de haberle pegado brutalmente, la buscaba y, llegando hasta el párroco, poderosa autoridad del momento, dice: «Fue entonces cuando Mateo el párroco supo decirle sin palabras que su deber era imponerse, de la misma forma que Dios se imponía sobre todas las almas temerosas: recelando de su poder omnímodo, decidiendo sobre la vida y también sobre la muerte, incluso cuando las adversas circunstancias —como era aquella época fúnebre de Majer— impidiesen distinguir bien una de otra» (p.145).

Maldonado ha publicado también relatos y un diarios íntimos
El personaje de Mario Suz, en busca de su propio destino, viaja a la capital después de muchos años: «Estaba Suz en el Madrid de 1958 y a la vez estaba en la guerra que había terminado en todas partes salvo en su cabeza. Tenía la vida resuelta en el sur (incluida la pena moral por la azarosa participación en el bando perdedor gracias al poder de su familia)» (p.213).
Cuánta verdad hay en los personajes de la novela. Llama la atención la fidedigna descripción de hombres y mujeres que, sin pudor, exhiben la soez costumbre de fumar a todas horas, en todas partes, sin restricciones ni miramientos.
Humanismo en sus personajes: ante el dolor, la belleza del paisaje, el arte y la empatía de los demás. Uno de los personajes: «Tardó más de la cuenta en llegar hasta el pequeño piano, que más parecía un clavecín del barroco en espera de Bach o de Vivaldi, y en esos segundos largos creyó que habían pasado por su cabeza los de toda una vida, la suya propia, incluyendo su niñez tan lejana» (p. 175).
La literatura de Maldonado, como la de Onetti, se sumerge en el existencialismo y el realismo descarnado. Su narrativa evoca también el estilo de Faulkner, con el uso de la memoria y el tiempo como elementos esenciales en la construcción de la historia. Al igual que Proust, la prosa de Maldonado detalla minuciosamente los recuerdos y la psicología de los personajes, mientras que la influencia de Kafka se hace presente en la exploración de la angustia y la alienación humana. En su retrato de la sociedad y la lucha de géneros, se puede rastrear la huella de Henry James, con la minuciosa disección de las relaciones de poder. Esta combinación de influencias lo convierte en un narrador contemporáneo de gran calado, capaz de transportar al lector a un mundo tan real como literario.
Destacan las descripciones de los personajes del sur de principios de los años treinta.
En la novela está muy equilibrada la aparición de los personajes femeninos y masculinos: mujeres poderosas que vivieron momentos históricos en que las relegaban a la sumisión y tareas domésticas, hombres cultos o ignorantes del pueblo llano que debían mantener el control de la mujer y la familia a toda costa, con un alto perfil autoritario. Es, sin embargo, la pasión el hilo conductor, protagonista de principio a fin.
Es una buena novela, que cumple con creces la misión de entretener, informar y dejar memoria escrita de una época en España y, sobre todo, en el mundo rural de los pueblos del sur.
LA AUTORA
AURORA GÁMEZ ENRÍQUEZ (Coín, Málaga, 1956) es poeta, narradora, ensayista y crítica literaria. Licenciada en Ciencias Biológicas, ha sido educadora en el Instituto Andaluz de la Mujer (1990-2022). Preside el Grupo ALAS y forma parte de ACE Andalucía y AIHS. Ha recibido reconocimientos como la Medalla de Oro de las Letras ACAMAL y la distinción ‘Alicia Moreau de Justo’. Ha publicado poesía, ensayo y antologías, y coordinado encuentros internacionales de escritores. Figura en diversas antologías y proyectos culturales. Subdirectora de la revista Sur Literatura, es una activa promotora de la literatura con enfoque feminista y de compromiso social.