El periodo que va de 1830 a 1930 fue especialmente rico y complejo en la producción cultural española. De ahí que la profesora Loreto Busquets lleve a cabo un exhaustivo trabajo en su reciente De estéticas y poéticas en España (1830-1930) a través de diez ensayos que reubican la fuerza el movimiento cultural que marcó esa época: el Romanticismo.
© MARCOS MAUREL
En el presente volumen, la profesora Loreto Busquets indaga con erudición, robustez analítica, intuición desmitificadora y solidez académica, en los vaivenes que se han sucedido a lo largo de un siglo de historia de la literatura española (1830-1930) centrándose en el nacimiento, desarrollo y muerte (o transformación) de las estéticas y poéticas consolidadas en las distintas épocas, todas ellas dirigidas por el faro del Romanticismo.
En los diez ensayos que componen este libro, De estéticas y poéticas en España (1830-1930), la profesora Loreto Busquets (Barcelona, 1943) analiza un período histórico de cien años (1830-1930) en el que nació, se consolidó y se renovó el movimiento artístico y cultural del Romanticismo en Europa, y digo Europa, porque en los distintos trabajos, siempre se contextualiza lo que sucede en España apuntando al haz de relaciones, influencias, imitaciones, de lo que se piensa y se escribe en Europa, sobre todo en Francia, que ha sido, para bien o para mal, el ejemplo a seguir en nuestra literatura, la fuente de novedades intelectuales y artísticas desde la Edad Media (como bien sintetiza y expone el profesor Francisco Rico en su reciente El primer siglo de la literatura española, Taurus, 2022).
Para ilustrar sus excursiones históricas por los distintos periodos, la autora, con una voluntad omnímoda que hay que aplaudir, rastrea e ilumina aspectos estéticos de las figuras señeras de la centuria en estudio: Antonio Alcalá Galiano, Rubén Darío, Ramón Gómez de la Serna, Jorge Luis Borges, José Ortega y Gasset, Federico García Lorca y José Díaz Fernández que, con su importante obra, El nuevo Romanticismo (1930), pone fin a la tendencia “deshumanizadora” que había predominado en las letras españolas sostenida por la luz intelectual superior que emanaba del astro orteguiano.
De la profesora Busquets hay que destacar la minuciosidad del análisis.
Este recorrido histórico se divide en tres etapas que, con el rigor que solo puede salir de la profunda investigación, la profesora Busquets pone bajo las figuras tutelares de Victor Hugo, Luis de Góngora y Miguel de Cervantes. En orden cronológico, se capturan las características fundamentales de la poética de cada etapa y de cada autor, se rechaza el uso de «clasificaciones y etiquetas» (9) que el avance de los estudios historiográficos ha demostrado ineficaces por inexactas, cuando no políticamente contaminadas, falsas por manipuladas: «Ha sido mi intención observar el pensamiento estético y las poéticas a que éste ha dado lugar no tanto en relación con los hechos históricos y sociopolíticos, como en el pensamiento filosófico y con el clima cultural de la época en la que se inscriben» (10).
Aquí ya se nos da una de las pistas principales del quehacer intelectual y académico de nuestra escritora. Como ya demostrara en importantes trabajos anteriores (Pensamiento social y político en la literatura española. Del Renacimiento hasta el siglo XX, Verbum, 2014, y Ensayos de literatura comparada, UCOPress, 2018), Busquets se encarama a su caudal de lecturas y de conocimientos culturales (sobre todo históricos, científicos, religiosos, filosóficos, pictóricos, musicales) para rebatir ideas consolidadas, por el aura de superioridad de la fuente o por molicie, convertidas en lugares comunes dados por válidos en el campo de la historiografía literaria hispana (los marbetes de “Generación del 98” o “Generación del 27”, por poner un par de ejemplos).
La autora no teme poner en entredicho, o directamente señalar lecturas erróneas, a aquellas figuras académicas o artísticas que han analizado antes que ella los periodos y autores que son protagónicos en este libro. Así, se rechazan lecturas incompletas o ciertamente mejorables de Dámaso Alonso, Pedro Salinas, Luis Cernuda, Francisco Umbral o Guillermo Carnero, aunque con esta actitud revisionista y valiente se puede caer en el peligro de afear algunas interpretaciones mejorables, pero válidas y necesarias cuando se trata de avanzar en el estudio de la literatura (es el caso, me parece, de las críticas a Dámaso Alonso cuando trata de arrojar luz sobre las Soledades gongorinas).
Busquets se encarama a su caudal de lecturas para rebatir ideas consolidadas.
De la profesora Busquets hay que destacar la minuciosidad del análisis (por momentos se cae en un exceso de notas que dificultan la fluidez de la lectura), la sólida comprehensión del hecho artístico como ente incardinado en las distintas facetas del pensamiento humano, la ambición de su quehacer, siempre con la intención de ir más allá sin forzar los límites de una interpretación de los textos y de los periodos históricos, por ejemplo, cuando redefine con solvencia lo que fue el movimiento conocido como “Modernismo” (117-118), o cuando fija la introducción de las ideas modernas en España en 1890.
El nivel general del libro es elevado en erudición y propuestas hermenéuticas, en hallazgos. De entre el conjunto de trabajos, destacaría “Ciencia y Arte en el pensamiento estético español (1875-1900): una poética vitalista y solidaria”, donde se analizan los escritos de Urbano González Serrano, una disquisición de plena actualidad ahora que las máquinas amenazan con acabar con lo que nos queda de humano, o “El “arte nuevo” de “los modernos”: hacia una redefinición del Modernismo”, donde se cartografía la influencia francesa (líricas y pictóricas: Verlaine, Valéry, Cézanne, Monet) en la literatura española del momento, con la conexión Rubén Darío (al que Busquets ensalza como teórico), así como se reivindica la figura del novelista Vicente Blasco Ibáñez, no solo como autor de novelas de éxito. Aportan poca novedad los trabajos de Borges, a la luz de la poética de Góngora, una glosa ordenada, o el que cierra el libro, lastrado por el exceso de contextualización (Ortega y Machado).
En definitiva, nos encontramos ante un libro erudito que queda, pese a algún que otro borrón, como ejemplo de amor por la cultura y el buen hacer historiográfico y hermenéutico, como lo que tendría que ser la labor investigadora de nuestro gremio.
De estéticas y poéticas en España (1830-1930), Loreto Busquets, Fabricio Serra editore, Pisa-Roma, 2022.
EL AUTOR
MARCOS MAUREL es Diploma de Estudios Avanzados en Filología Hispánica por la Universitat de Barcelona, profesor de instituto y profesor formador en el Col·legi Oficial de Doctors i Llicenciats en Filosofia i Lletres i en Ciències de Catalunya. Ha publicado ensayos críticos y reseñas en El Periódico de Catalunya, Cuadernos Hispanoamericanos, Ínsula, Turia, Barcarola, Quimera, etc., además de artículos y ediciones de clásicos como Lope de Vega, José Cadalso, Fernán Caballero, Benito Pérez Galdós y Federico García Lorca. Su actividad investigadora se centra en la historia cultural de la España del siglo XX, con trabajos sobre el fascismo cultural y sobre escritores como Max Aub, Juan Marsé, Manuel Vázquez Montalbán, Francisco Umbral o Juan José Millás.