Fernando Marías y los abismos del querer

Fernando Marías (Bilbao, 1958 – Madrid, 2022) tocó con éxito varios palos literarios para despedirse, de manera prematura, con un libro marcadamente personal, comprometido con su vida íntima y, sobre todo, con la que fue su pareja durante muchos años. Un libro de duelo cargado de generosidad que, con su muerte, cobró una dimensión especial.
© JESÚS CAMARERO

El libro de Fernando Marías, Arde este libro (Alrevés), se inscribe en el género de la literatura personal, o sea una escritura del yo impulsada desde el mismo «yo» hasta el «otro». Así que abarca la totalidad del yo: el mismo-yo y el yo-del-otro. Se trata por tanto de un relato autobiográfico, muy íntimo, hasta desgarrador: «Un humilde epitafio lanzado al vacío, sílabas muertas en el acto mismo de nacer».

Aunque el libro también hace gala de una narrativa identitaria y existencial  («En el lugar donde debió crecer una pareja excavamos un abismo») por la que se desvela un ser humano intenso pero también extenso, ya que afecta a su misma-toda-humanidad, convertida en una sustancia trascendente.

El narrador define la génesis del libro como «un desconcertante éxtasis en estado puro», un modo extraordinario y maravilloso de la intuición creadora, pero también la única manera de dar luz a un proyecto trascendental y literario. Se trata, ni más ni menos, de un espectacular ejercicio basado en la memoria (tiempo recuperado del tiempo vivido) y en el tiempo (vivido o perdido): «Nuestro pasado […] ignora quiénes somos».

El último libro de Marías descansa sobre un sólido cimiento de realismo poético.

Arde este libro, con un título exultante, es un relato dotado en cierto modo de un poder metafísico, por el cual el lector accede a una buena cantidad de reflexiones sobre el sentido de la vida y la tragedia de la muerte, el gran deleite de existir y ―en este caso― la inevitable autodestrucción. Todo ello en un tono pausado, medido, distante, pero al mismo tiempo sentido, humanizado, sincero y emotivo.

La emocionalidad es desbordante en todo el relato, en un tono cercano al Sainte-Beuve de Voluptuosidad, pero en Madrid, para contar la historia de una pareja enamorada que se autodestruye en los lances tabernarios del alcohol y la degradación. Como se trata de una rememoración del pasado, todo se tiñe de nostalgia y hasta de arrepentimiento en relación con una historia que no acabó bien.

Hay una dimensión mítica-simbólica construida a partir de la imagen del fuego purificador, por el cual nace este mismo libro, al tiempo que el fuego consuma la muerte del otro yo sacrificado en el altar de la existencia, trágica en este caso, al final. Por otra parte, junto al registro autobiográfico aparece también la dimensión metaliteraria del texto, que aporta una buena dosis de reflexiones y teorías sobre la misma literatura. Sin olvidar la importancia del papel de la metáfora en todo el texto.

Arde este libro es un relato dotado en cierto modo de un poder metafísico.

En cuanto al estilo, el autor da muestra de un gran dominio del aparato verbal, en cuyas frases se desata una gran energía evocadora de imágenes (grandes dotes de fantasía e imaginación) y de emociones (un romanticismo naturalista, o decadente). Aunque, sin perjuicio de lo anterior, el relato esté construido sobre un sólido cimiento de realismo poético: «Sobre el corazón del pozo negro, el cielo azul brillando inalcanzable durante instantes aislados», por el cual se nos traslada una historia real y trágica por medio de una expresión de alto rango en el nivel del lenguaje literario. Es una prosa de altos vuelos, en el mejor estilo ―combinado― de los grandes románticos y realistas, y en la que la adjetivación adquiere un papel importante.

Todo ello no impide que el texto pueda ser leído con gran fluidez. Es una prosa fugaz (como improvisada, pero sumamente eficaz) y al tiempo delirante (por lo subjetiva y por su temática), que atrapa al lector en un flujo de cadencias inabarcables y hasta esclavizadoras, por las que queda sometido enseguida al ritmo trepidante de sus frases.

 

Arde este libro, Javier Marías, Alrevés, Barcelona, 2021, 224 pp.


EL AUTOR

JESÚS CAMARERO (Guipúzcoa, 1958) es doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Valladolid, y profesor de Filología Francesa en la Universidad del País Vasco. Ha sido docente de Crítica literaria, Literatura comparada y Literatura francesa.

Ha escrito obras de distintos géneros como narrativa, ensayo, poesía, crítica literaria y guion cinematográfico entre las que destacan ensayos como El escritor total (1996), Metaliteratura (2004) o Cosmópolis o ética de la ciudad utópica (2006).