Francisco Morales Lomas ha preparado y prologado una rigurosa antología de la obra de Emilio Prados, poeta de la Generación del 27 que en no pocas ocasiones se ha colocado en segundo término en los acercamientos a ese grupo poético.
© JOSÉ R. VALLÉS
Quienes hemos tenido la suerte de vivir en México algunos años y estar cerca de muchos descendientes o incluso personalidades del exilio, como Sánchez Vázquez, sabemos cuán falsa es la etiqueta de autores menores de la Generación española de 1927 colgada a Altolaguirre, Garfias o Prados por ciertos manuales y textos historiográficos poco profundos y rigurosos; por supuesto, entre otros los estudios de Grief, Rivera, Ellis, Chica, Sanchís-Banús o Blanco Aguinaga —coautor, junto a Carreira, de la edición de las Poesías completas publicada primero por Aguilar (1976) y luego por Visor (1999)— han contribuido a situar la excelente y honda poesía existencial de Emilio Prados (1899-1962) entre las mejores líricas de la pasada centuria.
Esa infravaloración nunca existió en el discurso de la inteligencia mexicana, muy consciente, desde la cercanía y la evidencia, de la enorme contribución, riqueza y proyección que el exilio español aportaba al país en todos los órdenes, muy especialmente en el ámbito humanístico, con el magisterio, la cultura y la práctica artística: una curiosidad literaria ilustrativa es que los símbolos poéticos, subjetivos pero comunes, del exilio español en México en general y de los “Niños de Morelia” en particular son dos poemas de autores no mayores: el célebre Entre España y México de Garfias y el menos conocido Ejemplo de Altolaguirre. Hoy, cuando la dignidad literaria de estos y muchos otros literatos de origen español exiliados en México no se discute, quizá reste todavía hacer un acto de justicia crítica peninsular para, abandonando el currículum oculto nacionalista de cierta historia literaria y considerando la internacionalización de los procesos escriturales —las polinarrativas de Carlos Fuentes—, la existencia de una enorme parte compartida de la semiosfera cultural española y mexicana y la propia realidad literaria y vital de muchos de estos autores, seguir hablando, como ya hemos hecho algunos, de escritores hispanomexicanos: si es que hay que filiar —mejor más cultural que patrióticamente—, el empuje del exilio no puede negar la evidencia de la radicación mexicana (a veces totalmente voluntaria al final) de gran parte de una vida y una obra.
Y este es sin duda, junto a muchos más, el caso de Prados, en el que el gran peso de la etapa mexicana se siente, más que cuantitativamente, en número de años y libros, cualitativamente, como ha reconocido unánimemente la crítica. Es por eso un acierto del libro de Morales Lomas que la mitad de la antología y una mayor parte del estudio se dedique a esa etapa, bajo el rubro geográficamente vago pero poéticamente preciso de “Nunca hubo un exilio dorado. La poética de ultramar, un encuentro con el ser humano”. Existencialismo y nerromanticismo ideoestéticamente, universalidad y humanidad temáticamente, modernidad y personalidad estilísticamente, son a mi entender, los polos de imanación de una lírica en la que el peso de las conversaciones con Machado y las influencias de las teorías existencialistas heideggerianas son trascendentales: por eso, el título del libro de Francisco Morales Ser y tiempo, coincidiendo con el del filósofo alemán, me parece atinado y definidor.
También lo es, a mi entender, por la objetiva coincidencia de la vida y la poesía de Prados con la historia, la división de su trayectoria lírica en los tres periodos que distingue Morales Lomas: “La metafísica y la vanguardia llaman a la puerta antes de la República”, “El humanismo y la impureza poética como formas de compromiso en tiempos de crisis. La República y la Guerra Civil” y la etapa antes mencionada. En estos tres epígrafes se ordena primero el estudio preliminar, “La lírica de Emilio Prados desde la metafísica y la vanguardia hasta el compromiso y el encuentro con el ser” (pp. 11-173); luego, toda la “Antología poética. Emilio Prados” (pp. 175-375).
Si hacer una antología es fácil, hacerla bien es enormemente difícil. Se requiere primero cualificación y conocimiento pero asimismo sensibilidad y síntesis; se necesita en segundo término no solo acierto selectivo sino derivación de la antología de criterios rigurosos y objetivos previamente explicados. Ambas barreras son superadas con holgura por Morales Lomas. La selección poemática constituye no solo una muestra extensa (200 páginas, más de 60 poemas) sino representativa y adecuada de la lírica completa de Prados, que permite, funcionalmente, hacerse al lector una idea adecuada de toda aquella y de sus cimas y claves ideoestéticas fundamentales. Y está regida en su crestomatía por todas las argumentaciones e interpretaciones que en el estudio previo se desarrollan.
Este posee, sin duda, suficiente aparato crítico pero asumido y leído de forma personal. Examina ordenadamente la poesía de Prados y la vincula convenientemente a la trayectoria histórica, las claves ideoculturales y la dimensión vital y estilística del autor de origen malagueño y destino chilango. Plantea, en suma, una lectura fundada y original, rigurosa y novedosa, de la poesía de Prados: un excelente ejercicio de comprensión, análisis y explicación de su lírica que, junto a la justificada y adecuada antología de la misma, hacen este libro imprescindible para los futuros estudiosos y muy recomendable para cualquier lector.
Emilio Prados. Ser y tiempo: antología poética. Estudio, edición y selección de F. Morales Lomas. Málaga, Fundación Málaga y Fundación El Pimpi, 2018. Colección Las 4 estaciones, n° 24. 380 págs.
EL AUTOR
JOSÉ R. VALLES CALATRAVA
(Almería, 1957) es Catedrático de Teoría de la Literatura. Ha sido, entre otros, Vicerrector de la UAL, Consejero de Trabajo en México/Cuba y Perú/Bolivia, vocal de las asociaciones de semiótica española y andaluza, miembro de las directivas de ACE-A y AAEC y director del Grupo de Investigación HUM-444 del PAI. Especializado en Narratología, (Teoría de la narrativa, Iberoamericana-Vervuert, 2008; Diccionario de Teoría de la narrativa —dir.— Alhulia, 2004), disciplina en la que ha publicado 18 libros y más de 60 artículos y capítulos, es también autor de la novela El caso del asesino de El Quijote y el libro de relatos cortos Fantásticos biografemas (jrvalles@ual.es).