El ensayo La voz de los libros, de Maribel Riaza, es a la vez un libro muy divertido y muy interesante, que explora cómo se ha leído a lo largo de la historia y que reivindica la lectura en voz alta, la lectura como acto social, la literatura como lugar de encuentro alrededor del hogar.
© ANTONIO MARTINEZ ASENSIO
La voz de los libros contiene muchas cosas. Por un lado es un recorrido pormenorizado de la historia de la lectura: cómo se ha leído, desde la antigüedad hasta nuestros días. Pero también es una recopilación magnífica de escenas de lectura, en la pintura, en la propia literatura y luego en el cine. Nos damos cuenta así de que hemos asistido ya a esas lecturas en voz alta de las que nos habla Maribel Riaza, seguramente sin darnos cuenta de lo que veíamos.

Edita Aguilar
Lo primero que nos cuenta la autora es que eso de leer en silencio y en solitario ha sido algo minoritario hasta hace muy poco. Lo habitual en los últimos veinticinco siglos ha sido disfrutar en grupo de la lectura. Y por eso Maribel Riaza se propone recorrer el modo en que nuestros antepasados leyeron desde que se inventó la escritura.
Y el viaje comienza hace muchos años, hace miles de años, con la Serpiente Arco Iris, mito milenario de la población aborigen del norte de Australia, que ha llegado a nuestros días a través del relato oral, desde hace más de 6.000 años. Porque Maribel Riaza también hace un breve recorrido por la historia del soporte en el que la escritura empezó a plasmarse, y viaja desde las tablillas hasta la imprenta, pasando por el papiro y el pergamino, y por muchos otros soportes, que también han condicionado nuestra relación con la literatura y con la forma en la que leíamos.
El libro está lleno de curiosidades. Una de las que a mí más me ha sorprendido es que al principio el texto se escribía sin espacios, seguramente para aprovechar el soporte en su totalidad, pero claro, eso hacía todavía más difícil leer, y no es hasta el siglo XI cuando se introduce el espacio en blanco, que revoluciona la lectura.
Los que leían, al principio, eran los esclavos, entre otras razones porque los rollos pesaban mucho y había que estar en buena forma física para sostenerlos. En este sentido, Maribel Riaza cuenta una historia deliciosa, la de ese rico aristócrata romano llamado Itelio que tenía a su disposición toda una biblioteca viviente. Para entretener a sus huéspedes contaba con cerca de doscientos esclavos memoristas y cada uno se sabía un libro completo. De esta manera, dependiendo del libro que quisiera escuchar, llamaba a uno u otro, y lo hacía por el nombre del libro que tenían memorizado.
Cuentan que un día estaba conversando con un invitado y quiso aclarar algo de un pasaje de la Ilíada, «Que venga la Ilíada» dijo Itelio, «No es posible, señor» respondió uno de los criados, «Señor, la Ilíada está con dolor de estómago».
Este es un libro para disfrutarlo de arriba abajo, para disfrutar y emocionarse.
Y es que una de las cosas maravillosas del libro es cómo Maribel Riaza nos va contando historias. Es una delicia. Como la historia de las lecturas en alto de Herodoto, que era casi una rock star, pero claro, en esa época la mayoría de la población era analfabeta y no tenía otra forma de acceder al conocimiento sino a través de lecturas públicas. O la maravillosa historia de Dickens, que era otra estrella, y que cuando viajó a Estados Unidos, donde todavía no se pagaban derechos de autor, para ganar dinero se dedicó a leer sus obras en teatros. Y era un espectáculo.
Dickens había sido actor en su juventud y parece ser que lo hacía maravillosamente. La gente se reía a carcajadas, lloraba y hasta había desmayos. Dickens se forró, pero también se dio cuenta de que sus obras eran a veces demasiado complejas para ser leídas en alto, y entonces elaboró versiones con una estructura gramatical más sencilla y que funcionaban mejor. Yo las llamo las versiones audio.

Riaza, siempre comprometida con la lectura
Otra parte importante del libro es la que se refiere a la importancia de la lectura compartida, en voz alta, en la difusión de las religiones y en la transmisión de las ideas políticas, como también lo ha sido para las luchas por los derechos de las mujeres.
Siempre se ha leído en alto. Los monarcas disfrutaban de alguien que les leyera en alto, lo que hizo que la aristocracia lo copiara. Se ha leído en monasterios y en las primeras universidades, y se comienza a leer en las casas, después de cenar como una manera de entretenimiento en familia, pero también, y es muy importante, las mujeres leen en una sala donde se reúnen a coser y a rezar. Se lee en las calles y en las plazas, donde no era raro encontrar grupos de gente escuchando el romance de un ciego.
Se lee en los barcos, en las largas travesías al Nuevo Mundo. Maribel Riaza cuenta que en 1605 un barco llamado Espíritu Santo salió de Sevilla hacia América con ejemplares recién impresos de la primera edición de El Quijote. Como el trayecto podía durar dos meses, parece lógico que alguno de los marineros que sabían leer lo hiciese en voz alta durante las largas horas para entretener al resto de sus compañeros.
Lo habitual en los últimos veinticinco siglos ha sido disfrutar en grupo de la lectura.
Y hasta se lee en las fábricas de tabaco en Cuba, donde, a finales del siglo XIX, cuenta La voz de los libros que cada uno de los trabajadores aportaba parte de su salario para que uno de ellos dejara de trabajar y les leyera en alto mientras trabajaban. Uno de los libros que tuvo más éxito fue El conde de Montecristo de Alejandro Dumas y llegó a gustar tanto que solicitaron que su fábrica llevara el título de esa obra y hoy en día es una de las marcas más prestigiosas de habanos.
Maribel Riaza es una de las directivas de una de las plataformas de audiolibros más importantes en el mundo, y tal vez por eso, porque lo conoce bien, esta historia de la lectura llega hasta los audiolibros y hasta habla de cómo se leerá en el futuro. Es muy interesante su punto de vista. En definitiva, este es un libro para disfrutarlo de arriba abajo, para releerlo y para emocionarse, para reírse, para sorprenderse con la cantidad de historias que cuenta, para aprender. Un libro escrito por una mujer profundamente enamorada de la literatura, y eso se nota, lleno de pasión, pero también muy documentado. Maribel Riaza ha explorado, ha buscado y ha encontrado la voz de los libros.
La voz de los libros, Maribel Riaza, Aguilar, Madrid, mayo de 2024, 416 páginas, 21,90 euros.
Foto portada: Anotherxlife
EL AUTOR
ANTONIO MARTÍNEZ ASENSIO (Madrid, 1964), es periodista cultural y ha sido productor de televisión y productor de audiolibros. Ha desarrollado una labor de crítico literario en la radio, en Onda Cero, en Gestiona Radio, en la Cadena Ser y en La2 de TVE. Actualmente dirige y presenta en la Cadena Ser el programa Un libro una hora y es el responsable de La biblioteca, la sección de libros de Hoy por hoy. Es el autor del libro Cien libros, una vida (Aguilar).



