‘Viajero de salón’, de Miguel Sanfeliu: un libro sobre libros que rompe los géneros

El pasado martes 13 mayo se presentó, en la librería Cervantes y Cía, de Madrid, Viajero de salón (Sílex), de Miguel Sanfeliú, un libro que el autor definió como «la obra de una vida» en el que recorre su biblioteca y los recuerdos asociados a su mirada de lector que escribe y viceversa.
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La escritora y librera de Cervantes y Cía, Marina Sanmartín, responsable de presentar este particular ensayo, quiso dejar claro desde el minuto uno que se trata de un libro «escrito de manera excepcional». Y recordó que Miguel Sanfeliu (nacido en Tenerife en 1962 pero vecino de Valencia desde hace años) ha demostrado su vocación literaria en obras como Los pequeños placeres, libro de relatos publicado en 2011, o Parece que cicatriza, su primera novela, publicada por Talentura en 2014. En la editorial que publica Viajero de salón, Sílex, publicó, en 2017, Cierta distancia, un libro que dialoga con el presentado, también con los libros y la literatura como materia prima.

«Este libro es un recorrido por mi biblioteca. Incluye fotos tomadas directamente de ella, y su organización responde a mis propios intereses. El libro tuvo que adaptarse a ese orden —o desorden— personal. Por eso no sigue una estructura lineal: va y viene, se detiene, se desvía», rompió el hielo Sanfeliu.

Trataba así de acotar un libro de difícil etiqueta, misceláneo, que sería injusto asociar únicamente a un homenaje a los libros y a las lecturas, a la lectura como viaje, es su sentido contrario al turismo, pues el viajero, a diferencia de este, está dispuesto a cambiar, y sus ojos permanecen siempre abiertos y curiosos. Porque Viajero de salón es «el libro de toda una vida», pero también un pretexto para hablar de los mil y un temas que suscitan el interés del autor, como las religiones, la psicología social, el cine y las plataformas e incluso la física cuántica, rama de la ciencia en la que se introdujo durante el confinamiento que trajo la pandemia por covid: «A nivel subatómico pueden pasar cosas inconcebibles».

De izq. a dcha: Miguel Sanfeliu, Marina Sanmartín y Ramiro Domínguez, editor de Sílex

A este respecto, Sanfeliu se refirió al descubrimiento de un autor llamado Gregorio Morales, novelista y poeta (fallecido en 2015), creador del grupo Estética Cuántica y cuyas obras están escritas bajo el ángulo de la física de partículas, la astronomía y la psicología de Jung.

Así, Miguel Sanfeliu se reivindicó como un lector total, omnívoro, amante de la investigación y de confrontar textos, ideas, autores, capaces de poner en tela de juicio sus propias convicciones, su propia cosmovisión. «No leo para que ratifiquen lo que pienso, sino para encontrar nuevos planteamientos que ensanchen mi mirada», dijo, en una definición muy hermosa de la actitud que caracteriza a un buen lector.

Y, en clave cómica, recordó los beneficios de la lectura, pero también de la escritura, como modo de canalizar nuestras pasiones más o menos nobles, como su capacidad para neutralizar el odio o la sed de venganza. Así, Sanfeliu se acordó de las palabras de un autor de novela negra que decía: «Si no hubiera matado a tanta gente en mis libros, me habría convertido en asesino».

Esto lo comprendió bien la escritora Mariana Travacio, como refirió el propio Sanfeliu, que recordó cómo colocaba los libros de su biblioteca según el orden de compra, y cómo un día la señora de la limpieza alteró aquel particular orden. No le reprendió por ello, pero sí la mató en un relato.

Es el poder de la ficción para crear nuevas realidades y, de paso, modificar la nuestra. Así, Sanfeliu reconoce que, como lector de narrativa, siente predilección por aquellas obras capaces de retorcer la realidad, de manipularla hasta el punto de crear nuevos escenarios, nuevas visiones. Como hace su venerado Kurt Vonnegut en una obra maestra para él como es Matadero 5. O, en cine, ya la consagrada Mulholland Drive, del recientemente desaparecido David Lynch.

Un libro, como recordó Sanfeliu, que homenajea al libro como objeto perfecto, en cuanto a continente y contenido, y que rompe los moldes del género, hasta el punto de coquetear con el ensayo-ficción, tema sobre el que ha disertado Ginés Cutillas en un libro así titulado. De este modo, son bienvenidas las licencias, como ‘invitar’ a su habitación, esa habitación que se presta al viaje, a escritores admirados como Witold Gombrowicz, Georges Simenon, Soledad Puértolas o Henry Miller.

A la presentación acudieron el editor de Sílex, Ramiro Domínguez, y colegas de profesión, como el editor de Páginas de Espuma, Juan Casamayor (en la foto de arriba), y escritores como Mariana Sández y Luis Quiñones.


 

Viajero de salón

Miguel Sanfeliu, con prólogo de Jesús Marchamalo

Sílex, Madrid, 2025

264 páginas

23 euros