Paco Cerdá recrea en Presentes (Alfaguara) el cortejo fúnebre de José Antonio Primo de Rivera, once días de peculiar peregrinaje que le sirven para analizar la entronización de dicha figura al tiempo que se describe el nuevo y terrible estado de cosas.
© ANNA MARIA IGLESIA
Con su último trabajo, Presentes, Paco Cerdá cierra un ciclo narrativo, que comenzó con El peón (Pepitas de calabaza) y siguió con 14 de abril (Libros del Asteroide). Se trata de tres libros en los que el escritor valenciano rescata la memoria olvidada de aquellas figuras solo aparentemente secundarias y que, sin embargo, fueron clave en momentos cruciales de la historia. Remitiéndonos al título del primero de los libros, Cerdá pone el foco en esos peones anónimos cuyas vidas fueron arrastradas por los acontecimientos, peones que dieron su vida por unos ideales.
«No escribe uno lo que quiere. Y uno no querría escribir camión tapia cementerio piquete sangre carros zanjas fosa cuerpos Severina Cesáreo Elías Esteban Martín Pantaleón Valerio Santiago Prudencio Constantino Antonio Demetrio Siro Agapito Vidal Juan Juan José Fernando José Ángel cal tierra noche olvido, porque eso es lo que viene ahora», leemos en las páginas de Presentes; palabras que no querrían ser escritas, pero que deben ser escritas, porque nunca lo fueron antes.
Nombres, todos los aquí citados, que Cerdá ha rescatado de archivos y testimonios varios, nombres que apenas nadie recuerda y cuyas vidas se vieron trastocadas a lo largo de los once días en el que el cortejo fúnebre recorría la península trasladando a hombros el cuerpo de José Antonio Primo de Rivera hasta San Lorenzo de El Escorial.
Cerdá reconstruye esos once días confrontando dos niveles de la historia y de los acontecimientos. Por un lado, está el cortejo fúnebre convertido en una grandilocuente puesta en escena a través de la cual el nuevo régimen se autoafirmaba convirtiendo a José Antonio, figura incómoda hasta entonces, en el mártir por antonomasia del Régimen.
Por el otro lado, están esos sujetos anónimos —como Perico, que, poco antes de ser fusilado, escribe su nombre en sus calzoncillos para que puedan reconocer su cuerpo o el cura fusilado por los republicanos antes de su retirada—, pero también conocidos —véase Miguel Hernández o Miguel de Molina— que, en esos mismos días, padecían las consecuencias del conflicto. Ellos representan no solo una realidad que el Régimen trataba de ocultar con las pompas fúnebres, sino también una parte del relato histórico que quedó soterrada por ese acto de propaganda que fue el cortejo de José Antonio.
Como ya hizo en El peón, donde la estructura era una transposición de los movimientos del ajedrez, o en 14 abril, novela concentrada en un solo día donde se superponían distintos planos espacio-temporales, Cerdá reconstruye estos once días jugando con distintos planos temporales y geográficos para así indagar en la épica del héroe: José Antonio es convertido en un héroe-mártir en cuanto fue ejecutado por la República el 20 de noviembre de 1936 al mismo tiempo que tantos otros se jugaban la vida por unos ideales.
Presentes dialoga directamente con ‘M’. de Scurati.
Los vencedores son quienes construyen el relato del héroe; sin embargo, hay una misma lógica, que es sobre la que se detiene Cerdá, que aúna a José Antonio con el resto de personajes: la implicación hasta las últimas consecuencias en nombre de unos ideales. Este es el tema que relaciona los tres libros del ciclo, puesto que, desde lugares y perspectivas distintas, Cerdá pone el foco en aquellos mecanismos que llevan a uno a jugarse todo en nombre de un objetivo/ideal político.
Lejos de generalizar o de ensayar hipótesis sobre las masas, Cerdá se detiene en casos individuales, en personas con nombres y apellidos, con vidas perfectamente rastreables. Esto no solo dota de una gran humanidad al texto, sino que lo acerca a la experiencia presente y real, porque no se trata de teorías, sino de vidas.
Cerdá demuestra así una extraordinaria habilidad a la hora de acercarse a la figura de José Antonio, al héroe-mártir utilizado como imagen propagandística por el régimen y al joven que murió con treinta y tres años defendiendo unos ideales a los que, aunque equivocados, nunca renunció. Como tampoco renunciaron a esos otros ideales, válidos y, en muchos casos dignos de ser reivindicados a día de hoy, aquellos que también se pusieron en primera línea asumiendo, entre el terror, la desesperación y la resignación, las consecuencias.
Cerdá reconstruye estos once días jugando con distintos planos temporales.
Dos relatos, sin embargo, distintos separan a José Antonio de los demás; dos relatos distintos separaban también a los peones que, a pesar de todo, se movilizaron por la proclamación de la República de aquellos a los que la historia reconoció como protagonistas heroicos. Y dos relatos distintos separaban a los peones del antifranquismo de aquellos que terminaron por convertirse en referentes de la lucha antifranquista.
Con Presentes, Cerdá cierra un ciclo y, al mismo tiempo, termina de situar su obra en la misma órbita en la que están autores como Vuillard o Scurati. En los tres casos hay una voluntad no solo de traer al presente la historia —con su memoria y desmemoria—, sino también de profundizar en sus protagonistas—en este sentido, Presentes dialoga directamente con M. de Scurati—. En el caso de Cerdá, además, hay un interés particular en indagar en la poética del héroe y en el ideal del sacrificio, deteniéndose en sus consecuencias tanto humanas como de relato histórico.
Porque, si algo observamos leyendo Presentes así como sus anteriores libros es que el sacrificio heroico termina cayendo en el olvido, recuperado de manera puramente instrumental cuando sirve.
Presentes, Paco Cerdá, Alfaguara, 2024, 328 pp.
LA AUTORA
ANNA MARIA IGLESIA (Granada, 1986) es licenciada en Filología Italiana y en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada y doctora por la Universidad de Barcelona con la tesis «La narrativa del espacio urbano y de sus prácticas. El París del XIX y la flânerie».
Como periodista cultural, colabora con Abril (El Periódico de Catalunya), El Quadern (El País), Publisher Weekly, y Cuadernos Hispanoamericanos. También es lectora profesional para editoriales y traductora; entre sus trabajos se encuentra la traducción de Palabra de Lorca al francés y al italiano. Como autora, ha publicado Ese famoso abismo. Conversaciones con Enrique Vila-Matas (WunderKammer, 2020) y La revolución de las flâneuses (WunderKammer, 2019), un volumen que agrupa escritoras, activistas y pensadores flâneuses, convertido también en un manifiesta feminista para reivindicar el caminar como acto de insubordinación.