Irma, la ficción y el amor en París

Luis Miguel Morales Peinado vuelve a la novela con IRMA o esa persistente calle de París en un adictiva propuesta literaria que es a la vez juego literario y reflexión sobre la ficción y sus resortes, pero también historia de amor, con París como telón de fondo. 
© CARMEN PEIRE

Irma (la dulce). Alicia (la verdad). Pedro (piedra). Los tres personajes claves en la novela del vallecano Luis Miguel Morales Peinado, en donde Alice, o Alicia, se siente atraída por Pedro, que a su vez es un enamorado de las películas, sobre todo de Irma la dulce, aunque también aparecen retazos de Con faldas y a lo loco y yo he encontrado resonancias de Alicia ya no vive aquí (la Alicia de la novela decide no vivir más aquí, en su país y marcha a París). Hay escondido entre autores y personajes, mucho amor al cine y algún cinéfilo que confunde realidad y deseos, lo virtual y lo real, las redes y la vida callejera.

Todo empieza cuando Pedro, enamorado o más bien colgado de una tal Alicia, a la que ha conocido con un perfil de Facebook, o sea, de modo virtual, muy de nuestros tiempos, decide dejar su trabajo, vender su piso e ir tras unos ojos, bueno, más bien tras una mirada. Una mirada creada, fantaseada e imaginada.

Y para eso decide irse a vivir a París, por aquello de buscar los escenarios donde se rodó Irma la dulce, para descubrir que ésta se rodó en Estados Unidos con decorados de cartón piedra y que no existen en realidad. En ese contexto ocurre una historia de amor/desamor, como todo en la vida, de la que no cuento más para no destriparla. (No me gusta la palabra spoiler, la borraría de la boca de los literatos).

Es de paso una excusa para pasearnos por algunos callejones parisinos, por el Sena o bien por adentrarnos a la Maison de la poesie, un lugar real, creado por el Ayuntamiento de París en 1995 para el fomento de la literatura.

La novela, compuesta de capítulos y subcapítulos cortos, consta de dos partes. En la primera Alicia y Pedro alternan sus voces, en primera persona una y otro, con sus fantasías, confesiones, acercamientos, amores y desamores, con una prosa clara, de frases cortas, que se agradece por los vericuetos de la historia, y donde los diálogos están en cursiva, saltándose el canon de lo habitual.

La novela ofrece un juego literario que esconde una historia de amor.

En esta parte nos cuenta, básicamente, el viaje de Pedro a París una vez vendido su piso de Madrid, sus paseos, el encuentro desde el tren con Alicia, el aprendizaje de otro idioma y sus clases de español en una academia para pagar el alquiler y no comerse todos los ahorros. Coincide también con la elaboración o escritura de una novela que, en esta primera parte, se queda a medias, en suspenso, con una serie de claves que nos propone y que quedan abiertas, para resolverlas en la segunda parte.

En ésta, vemos el viaje de Alicia desde Madrid a París, el paralelismo con el anterior viaje y el cierre de una novela que se va escribiendo según avanza la acción. Aparte de los ecos a películas, tiene un poco el eco de Seis personajes en busca de autor, de Pirandello, solo que aquí sería un personaje en busca de autor y una autora que quiere ser personaje.

 

El autor, activo promotor de la literatura.

Es, creo yo, si no he entendido mal la novela, un juego entre ficción y realidad, o ficción y ficción, o la lucha que se establece entre los personajes y el autor que los crea cuando éstos cogen autonomía y hay que dejarlos crecer. Es, en definitiva, un juego literario que esconde una historia de amor. O una historia de amor que esconde un juego literario.

Esta segunda parte está llena de giros de guion, por decirlo de algún modo y, a mi entender, con varios finales, en un juego curioso con el lector que, desde luego, no deja indiferente. La intriga está servida y para descifrarla, yo no lo voy a hacer, hay que leer el libro.

La intriga está servida en IRMA y para descifrarla solo se puede leer la novela.

Para acercar más a los lectores al autor de la novela, como hace él en la suya, diré que Luis Miguel Morales Peinado es el promotor del certamen de Microrrelatos Vallecas Calle del Libro que se convoca anualmente desde 2014. Tiene dos libros de relatos:  La sombra de las horas y El dedo índice de mi mano izquierda, el poemario Apenas lucidez y las novelas Donde todos y Cuando nacen los nombres. Ha sido el ganador del X Certamen de Narrativa Corta Carmen Martín Gaite con el relato El tiempo.

 Merece la pena acercarse a IRMA, pasear con ella por París, acercarse al Sena y ver si aparece alguna sorpresa, dejarse caer por los ambientes literarios de esa ciudad y pensar que todos tenemos un lugar mítico donde proyectamos nuestras ensoñaciones y deseos. Desde luego, aquí también podríamos decir aquello de “Siempre nos quedará París”.

Irma o esa persistente calle de ParísLuis Miguel Morales Peinado, Durii Editorial, 2023, 262 pp.

 


LA AUTORA

CARMEN PEIRE (Caracas, Venezuela, 1952). Escritora, profesora de talleres de escritura creativa, editora y crítica literaria. Presidenta de AMEIS (Asociación de Mujeres Escritoras e Ilustradoras).  Tiene publicados tres libros de cuentos: Principio de incertidumbre, Horizonte de sucesos (ambos en Cuadernos del Vigía) y Cuestión de tiempo (Menoscuarto). Tiene publicada una novela, En el año de Electra (Evohé ediciones). Ha llevado a cabo diversas ediciones de la obra de Max Aub: Juego de Cartas, Manuscrito Cuervo, Luis Buñuel, novela, así como antologías: Esas que también soy yo, (mujeres que cuentan), La habitación prohibida y Las cerezas también sangran, las dos últimas de jóvenes narradores.

Es colaboradora habitual del periódico digital Infolibre, en la sección literaria Diablos Azules donde hace reseñas de libros. También colabora en la revista literaria Quimera y en la revista Turia.