La autora aborda la nueva novela de Fernando Parra Nogueras, una apuesta de una de las más prestigiosas editoriales independientes de nuestro país. Valiente y, sobre todo, profundamente literaria.
© EVA LOSADA CASANOVA
Decía Fernando Pessoa que el arte nos redime de la sordidez del ser. En la novela de El antropoide de Fernando Parra Nogueras, de la editorial Candaya, es la misma literatura la que nos hace parecer un poco mejores, el arte que nos salva de nosotros mismos.
Hay novelas que nos llevan de la mano por un entramado de túneles que los lectores más apasionados atravesamos con la brújula que el tiempo nos ha puesto en las manos. Visitamos, quizá, el desamparo y desencanto vital de los personajes de Hamsun o Kafka, la sordidez de las escenas que recogen las novelas de Elfriede Jelinek o el yugo del deseo carnal que asfixia a Daniel, uno de los personajes de Houellebecq. En El antropoide encontramos a un joven periodista que lucha consigo mismo y en ocasiones se fagocita, un hombre que carece de escrúpulos, pero al que comprendes y frente al cual te rindes. El amor, la vejez, la enfermedad, el deseo… se transforman en olores y fluidos que van y vienen entre sus páginas subidos a un vaivén de reflexiones y razonamientos, monólogos cáusticos, que se enredan en sí mismos. Espirales que envuelven al hombre que atraviesa la ciudad, temeroso de ella y a la vez hambriento. Y, a lo largo de los cuarenta capítulos y dos vueltas de tuerca, avanzamos por un pasadizo que se estrecha, sin saber hasta dónde podremos continuar.
Encontramos en estas páginas rincones y recovecos de nuestra propia vida y nos preguntamos en qué somos diferentes unos de otros. El narrador omnisciente se transforma en otro personaje que nos recuerda de qué material está hecho el mundo. La culpa visita cada capítulo y como el estudiante Raskólinkov, nuestro antropoide, también se pregunta por qué es culpable. Es una novela de contrastes, una constelación de personajes en los que Eduardo, el protagonista se va reflejando y construyendo. El amor de Cloe, casi perfecto, la inesperada amistad de Paulino, la comprensión de Endrina, la paciencia de don Julián, la lucidez salvadora de Virginia, la frescura de Rosario o el código ético de Marlon, forman un entramado de personajes bien armado. Todos entrañables e imperfectos. En El antropoide encontramos ventanas que se asoman a los mejores paisajes de la literatura. El narrador conversa con Dante, Faulkner, Lorca, Ionesco, Fitzgerald, Zorilla o con Juan Ramón. Quizá, vivir de la literatura, enseñarla, arrebujarse día tras día con la fuerza del lenguaje, hace que sintamos ese respeto por el arte de escribir.
«…somos lenguaje y las cosas del mundo existen en tanto que se las nombra, ese invento maravilloso, enaltecido a la categoría de arte por la literatura, poderoso y peligroso, redentor y dañino, la cúspide de nuestra aspiración como especie, resulta que no era más que pura fisiología, viento tamizado entre la mucosidad de nuestras fosas nasales…». Menos mal que existe y resiste una tribu de editores y editoras que, año tras año, apuestan y entregan su vida para que libros así vean la luz y ocupen el espacio que lectores y escritores merecemos.
FERNANDO PARRA NOGUERAS. El antropoide. Candaya. Madrid, 2021.
LA AUTORA
EVA LOSADA CASANOVA es escritora y profesora de escritura creativa en La plaza de Poe. Ha publicado las novelas: Moriré antes que las flores (Funambulista, 2021), El sol de las contradicciones (Premio Unicaja de novela, Alianza editorial, 2017), En el lado sombrío del jardín, Funambulista, 2014).
