Torres Colomera propone con Albayzín Blues una novela policíaca original en su concepción y desarrollo discursivo que no renuncia al buen oficio de un autor que dominga el género.
© JOSÉ ANTONIO SANTANO
Escribe José-Carlos Mainer en La escritura desatada. El mundo de las novelas que «es mentira que los libros enseñen a vivir, si por vivir entendemos la claudicación resignada ante las exigencias de la realidad, porque la obligación de las novelas es enseñarnos a soñar con otras cosas, ser ámbitos de libertad de donde se sale y se entra con la más absoluta impunidad».
Ciertamente, las novelas deben ofrecernos la posibilidad de soñar con otras cosas y siempre desde esos ámbitos de libertad a los que se refiere el profesor Mainer. En este proceso de construcción novelística tiene mucho que ver la mirada de su autor, lo que me recuerda al académico y novelista José María Merino, que, en La ficción perpetua, dice: «La ficción fue sin duda la primera mirada inteligente, consciente, de la humanidad, su sabiduría primera, el procedimiento inicial para intentar entender, o al menos asumir, el caos de la realidad. […] la invención literaria, novelesca, es el resultado de nuevas miradas, de miradas nacidas con perspectivas diferentes, que se proyectan sobre asuntos y temas que acaso en su puro esquema son arquetipos dados para siempre por la capacidad misma para pensar e imaginar del homo sapiens. Mas hay que tener en cuenta que la mirada del escritor de ficciones está íntimamente implicada en el espacio-tiempo».
Torres Colomera cierra con esta novela su dedicación al género policíaco.
Pues bien, esa necesidad de mirar, en el sentido de contemplar, de detener la atención sin prisa, a la que se refiere Merino, es condición imprescindible para el imaginario del escritor. A estos ineludibles principios responde, precisamente, la mirada del escritor Juan Torres Colomera (Almería, 1950) que, con su última novela Albayzín Blues, nos ofrece soñar con territorios o realidades diferentes, resultado de una visión sosegada que le permite comprender la compleja realidad que acontece a su alrededor.
Con Albayzín Blues, Torres Colomera cierra la trilogía novelística que comenzó con Asesinato en la Alhambra y Los crímenes del agua, en todas ellas con un protagonista principal, el inspector Narváez.
La novela policíaca que concibe Torres Colomera es original en su concepción y desarrollo discursivo, con elementos propios de la novelística, pero también con otros de tipo intimista y social, abarcando así aspectos inusuales de este género. Es interesante comprobar que la primera página abre con una confesión del inspector Narváez ante el espejo, algo que choca cuando el arquetipo de esta clase de personaje está representado, generalmente, por un individuo severo o insensible: «PUDE HABERLO HECHO al aire, pero tiré a matar. Cuando vas a rendir cuentas contigo mismo lo peor que te puede suceder siendo inspector de Homicidios es que te asalten las dudas. Piensas en los que te has llevado por delante por precipitarte al apretar el gatillo o en los culpables que has dejado vagando por la vida debido a tu incapacidad. Yo a eso los llamo agujeros negros. Cavidades que van socavando los currículos morales de los policías y no pueden cubrirse ni con medallas ni homenajes porque están grabadas a fuego en el corazón de cada uno de nosotros, los de la Judicial. Gracias a Dios creo que en mi trayectoria no ha habido tantos, aunque no estoy seguro del todo. Y no estoy seguro del todo porque últimamente me llegan pixelados —creo que ahora se dice así—, algunos recuerdos. Pero yo siempre me he dejado llevar por mi conciencia, jueza suprema que equilibra la balanza de mi memoria y vela las carencias que vengo arrastrando como policía».
La trama engancha, pero también el perfil culto de los policías protagonistas.
El principal personaje de la novela se confiesa y desnuda, como presagio de un final no muy lejano, ante el espejo. El estudio pormenorizado de los personajes desde un punto de vista psicológico es otro de los aciertos, como lo son la configuración de su estructura, la trama y la resolución en ese desenlace sorpresivo de la misma, que lleva al lector a leer sin descanso desde la primera a la última página.
Por otra parte, en contraposición a la rudeza que se presupone han de tener los policías, Torres Colomera apuesta por la formación culta de los dos inspectores Narváez y Molina, expertos en materias humanísticas como el Arte y la Música.
No menos destacable es la tensión narrativa con la que conduce las distintas situaciones de los personajes, contadas en primera y tercera persona, con un lenguaje claro y vivaz tanto en los diálogos como en el discurso narrativo propiamente dicho.
Albayzín Blues nos confirma que estamos ante un autor, si bien presa del olvido que supone ser novelista en la periferia, destaca por su buen oficio en el género policíaco, que cierra, al parecer, con esta interesantísima novela. Sea así o no, esperamos que Juan Torres Colomera regrese con una nueva novela en un futuro cercano.
Albayzín Blues, Juan Torres Colomera, Tambriz, 2023, 352 pp.
EL AUTOR
JOSÉ ANTONIO SANTANO (Baena, Córdoba, 1957) cultiva la poesía, narrativa, ensayo y crítica literaria. Es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Almería, y autor de más de veinte libros, entre los que destacan Profecía de Otoño; Exilio en Caridemo; Suerte de alquimia o Tiempo gris de cosmos, todos ellos galardonados con prestigiosos premios.