La IA como una amenaza hecha realidad: presentación del II Libro Blanco del Escritor (ACE)

Con el subtítulo Escribir y traducir en tiempos de IAG, el pasado 10 de junio se presentó en la sede de ACE el II Libro Blanco del Escritor, una «fotografía» del sector que pone la lupa en los peligros que las nuevas aplicaciones de generación de contenido suponen para los autores y el reconocimiento de su trabajo y la protección de sus derechos.
© REDACCIÓN ACE 

La incertidumbre en un gremio ya de por sí sujeto a escenarios inciertos, el de aquellos que se dedican a la escritura y la traducción, es mayor si cabe desde la irrupción de aplicaciones de inteligencia artificial generativa (por sus siglas, a partir de ahora, IAG). En un momento de cambio de paradigma en que los autores y traductores están viendo amenazados no solo el cobro de derechos sino la pérdida misma de sus fuentes de ingresos (cada vez son más las editoriales que ‘encargan’ sus traducciones a herramientas de IAG), este estudio resulta especialmente pertinente.

Ramón Soria explica los datos

Un trabajo de campo realizado a partir de encuestas, con 603 entrevistas válidas, llevado a cabo por Ramón Soria Breña e Iker Soria Royuela (CIEMAT) que se puede descargar gratuitamente en la web de la Asociación Colegial de Escritores y Escritoras o pinchando aquí. El propio Ramón Soria, escritor y socio de ACE, se encargó de desgranar los asuntos más relevantes del II Libro Blanco del Escritor alertando de que el cambio de modelo no se parece a ningún fenómeno anterior, ni los peligros que supuso (y suponen) la piratería física o virtual y el fotocopiado de obras sujetas a derechos de autor.

Así, Soria señaló la aparente buena recepción de herramientas como ChatGPT o Gemini, «porque no se sabe que la mayoría de contenidos con los que se trabajan son textos sujetos a derechos de autor». Y puso un símil muy apropiado para una asociación de escritores: «La IA es como nuestro actual [Quijote de] Avellaneda. Las IA son millones de ‘avellanedas’ multiplicándose sin límite al tiempo que los lectores se van acostumbrando a textos que no han sido escritos por lectores». Un problema, por tanto, no solo relativo a compensaciones económicas sino que afecta directamente a la esencia de algo tan antiguo como la relación entre emisor y receptor de un mensaje.

Todo ello, claro, en un río revuelto con ganancias para algunos pescadores. Así, Soria refirió una de las preguntas planteadas en la encuesta, que revela el grado de crecimiento del «monstruo» y cómo la ausencia de un marco legal, al menos a escala europea, puede hacer que la magnitud de los problemas aparejados aumenten de modo exponencial. Dicha pregunta, que muchos de los encuestados marcaron como falsa, se refería a la prohibición del servicio de autopublicaciones de Amazon (KDP) de subir más de tres obras, por autor, al día.

Es decir, esto significa que hay autores (o más bien vendedores de contenido, de autoría muy imprecisa) dispuestos a subir, si la normativa no le pone freno, más de tres obras literarias, del género que sea (aunque los libros prácticos y de autoayuda tienen mucho tirón), al día. Y hacer dinero con ello gracias a contenidos generados por IA, es decir, a partir de reformulaciones de textos que los algoritmos crean a partir de textos de otros autores que dejan de percibir derechos por ellos. Es más, ni siquiera son conscientes, en muchos casos, de que sus textos originales se han empleado para dar forma a otros.

Chiara Giordano, traductora: «Ya hay un expolio de nuestro trabajo».

De las tres preocupaciones que más inquietan a los consultados para el estudio (escritores y traductores asociados a ACE, CEDRO y otras asociaciones culturales), el día de la presentación del II Libro Blanco del Escritor, Escribir y traducir en tiempos de la IAG, se señalaron estas:

  1. Devaluación del trabajo.
  2. Pérdida de calidad de los libros publicados.
  3. Indefensión ante el uso indiscriminado de textos originales

Por su parte, Jorge Corrales, director general de CEDRO, considero que, ante todo, la IAG «es una tecnología» que depende de la intención con que se use, pero que pone demasiado cerca la posibilidad de incurrir en un expolio de contenidos y, por tanto, de derechos. Así, insistió en la necesidad de recordar el carácter tecnológico de la IA, la importancia de subrayar que el reconocimiento del trabajo bien hecho, es decir, el propio y original, debe ser lo «nuevo», la actitud «moderna», y que no hay copia más literal que la que hacen las aplicaciones de IAG. Pues no solo se guardan las palabras en sí, sino el contexto en el que han sido escritas, en una dimensión del concepto «copia» sin precedentes.

Almudena Hdez de la Torre, de Promoción del Libro (MCU), y Manuel Rico, presidente de ACE

Como representante del gremio de traductores y traductoras, Chiara Giordano, vicepresidenta de ACE Traductores, recordó que las consecuencias negativas de la IA no son una proyección futura sino parte de la realidad presente. «Ya hay un expolio de nuestro trabajo», lamentó, y señaló también otros daños colaterales que se están produciendo como consecuencia del auge de estas tecnologías, como el aplanamiento del lenguaje y que se aceleren malas praxis ya instaladas en el sector, como el estancamiento de las tarifas en un momento el que el coste de la vida crece mucho más rápido que la actualización de dichas tarifas o los ritmos de trabajo insostenibles.

«El marco jurídico debe ser internacional, al menos europeo, y debe incluir cada uno de los contratos que firmen escritores y traductores. Tiene que haber cláusulas que protejan al autor y a su trabajo. Además, la lucha debe ser interasociativa e interprofesional, ya que las implicaciones no son inocuas», concluyó Giordano.

El acto finalizó con unas palabras de Manuel Rico, presidente de ACE, se refirió a la noticia de que el US Authors Guild ha lanzado un sello para dar autenticidad a las obras escritas de modo original, es decir, al modo humano, y diferenciarlas de aquellas creadas, total o parcialmente, a partir de aplicaciones de IAG. «Los autores que estamos defendiendo la creatividad humana tenemos que encontrar salidas y luchar de modo organizado. Al igual que hace unos años la piratería fue un aspecto que contó con sus voces defensores, habrá quien crea que la IA es una especie de acervo de la cultura humana y por tanto digno de ser defendido», advirtió Rico.

Así, animó a descargar en la web de ACE el II Libro Blanco del Escritor, difundirlo y ser conscientes de los peligros que la IA puede suponer para la actividad de miles y miles de personas vinculadas a la escritura y la traducción.